viernes, 29 de julio de 2011

¿Puede o no tu celular causarte daño?


Por Julia María Ramírez









Investigadores de los Institutos 
Nacionales de Salud de los Estados
 Unidos, descubrieron que menos de
 una hora de uso de un teléfono celular
 puede acelerar la actividad cerebral
 en el área más cercana a la antena 
del teléfono, lo que plantea nuevas
preguntas acerca de los efectos en 
la salud de los bajos niveles de radiación 
emitidos por estos dispositivos.

Sin embargo, los científicos, liderados 
por la directora del Instituto Nacional
 de Abuso de Drogas, Nora Volkow, insta
ron a interpretar éste hallazgo con cautela,
 porque no se sabe si los cambios, que fueron
 registrados por imágenes cerebrales, tienen 
algún tipo de efecto en la salud de las personas.

El estudio fué publicado ayer en el Journal 
of the American Medical Association y es uno
 de los primeros y más grandes en documentar
 que las débiles señales de radiofrecuencia de
 los teléfonos celulares pueden alterar la actividad
 cerebral.

"Este trabajo es importante porque documenta
 que el cerebro humano es sensible a la radiación
 electromagnética emitida por los celulares",
según Volkow.

 También pone de relieve la importancia de
 realizar estudios para averiguar si hay o no
 consecuencias de largo plazo por la estimula
ción repetida a lo largo de 10 o 15 años."

A pesar de que son preliminares, los hallazgos
 seguramente reiniciarán el debate acerca de 
la seguridad de los celulares. Algunos estudios
 observacionales han sugerido un vínculo entre
 su uso intenso e infrecuentes tumores cerebrales,
 pero el grueso de la evidencia científica disponible
 no muestra mayores riesgos.

 Los principales grupos de investigación clínica han
 dicho que los celulares son seguros, pero algunos
 médicos importantes, incluyendo al ex director del
 Centro de Oncología de la Universidad de Pittsburgh
 y prominentes neurocirujanos, han urgido a utilizar
 audífonos como precaución.

Volkow dijo que esta última investigación no pretende
 responder preguntas acerca del cáncer u otros pro-
blemas de salud, pero plantea otras acerca de 
potenciales áreas de investigación para entender
 mejor las implicancias para la salud que tiene el
 uso de estos teléfonos.

"Desafortunadamente, éste estudio en particular
no muestra si son dañinos o si, incluso, podrían ser
 benéficos -dijo-. Sólo nos dice que, incluso, aunque
estas señales son débiles, el cerebro humano es activado
 por ellas."

La mayoría de los grupos médicos más importantes,
 incluida la Sociedad de Oncología Norteamericana,
 el Instituto Nacional del Cáncer, y la Administración
 de Alimentos y Medicamentos, han dicho que los datos
 existentes sobre los celulares indican que éstos son 
seguros; particularmente un gran estudio europeo 
que la Organización Mundial de la Salud dio a conocer
 el año pasado y que no encontró riesgos aumentados
 de extraños tumores cerebrales entre usuarios de 
celulares.

"La evidencia científica ha indicado en forma contun-
dente que los dispositivos inalámbricos, dentro de los
 límites establecidos, no representan un riesgo para la
 salud pública ni causan efectos adversos", dijo John Walls, 
vicepresidente de la Comisión Federal de Comunicaciones,
 y agregó que todos los sistemas sanitarios "han coincidido
en que no son un riesgo para la salud pública".

Pero la nueva investigación difiere de los grandes estudios
 observacionales realizados hasta ahora. En el trabajo de
 Volkow, los científicos utilizaron imágenes cerebrales 
para medir cómo la radiación electromagnética afecta
 la actividad cerebral.

 Durante este trabajo, realizado en 2009, se les tomó
 a 47 participantes una tomografía por emisión de 
positrones (PET), que mide el metabolismo cerebral
 de la glucosa, un marcador de actividad cerebral. 

Los sujetos utilizaron un celular en cada oreja y pasaron
 por dos estudios de 50 minutos.

Durante uno de los estudios, los celulares se apagaron,
 pero durante el otro, el de la oreja derecha se activaba
 para recibir una llamada de un mensaje grabado, 
a pesar de que el sonido se apagaba para evitar la
 estimulación auditiva.

El hecho de que el teléfono estuviera prendido
 ó apagado, no afectaba el metabolismo general
 del cerebro, pero las imágenes mostraban un 7%
 de aumento en la región que se encontraba más 
próxima a la antena. El hallazgo fue estadística-
mente significativo, dijeron los científicos. 

Agregaron que no era probable que la actividad
 pudiera asociarse con el calor del teléfono, porque
 ocurría cerca de la antena y no donde el teléfono
 tocaba la cabeza.

Un nuevo capítulo

En el pasado, las preocupaciones acerca de los 
efectos de los teléfonos celulares fueron mayor-
mente descartadas porque se creyó que las ondas
 de radiofrecuencia emitidas desde los dispositivos
eran benignas. Los celulares emiten radiación no 
ionizante, ondas de energía demasiado débiles 
como para romper los lazos químicos o para
 desencadenar el daño genético que puede llevar al cáncer.

 No hay ningún mecanismo biológico conocido que 
explique cómo la radiación no ionizante puede conducir
 al cáncer o a otros problemas de salud.

Pero el nuevo trabajo abre toda una nueva área de 
investigación. A pesar de que durante el normal 
funcionamiento del cerebro se registra un aumento
 en el metabolismo de la glucosa, la cuestión es si una
 estimulación artificial repetida podría tener efectos
dañinos.

A pesar de que es especulativa, una teoría es que
 podría conducir a la creación de moléculas
llamadas radicales libres, que pueden dañar
 las células sanas. O podría desencadenar una
reacción inflamatoria, asociada con un número
 de problemas de salud, incluido el cáncer.

Entre los investigadores en cáncer y otros
 interesados en los efectos que los celulares
 podrían tener en la salud, el estudio fue recibido
 con entusiasmo por la credibilidad de los científicos
 que lo realizaron y los cuidadosos métodos que 
utilizaron.

Henry Lai, de la Universidad de Washington,
que desde hace mucho viene manifestando su
 preocupación por el uso de celulares, dijo que
 esperaba que estos datos ampliaran la investigación
 en la relación entre los celulares y la salud. 

La doctora Volkow dijo que futuras investigaciones
 podrían incluso mostrar que las ondas electromagnéticas
 emitidas desde los celulares podrían tener utilidad
 para estimular el cerebro en forma terapéutica.

 Agregó que la investigación no debería alarmar
 porque simplemente utilizando audífonos se podría aliviar cualquier preocupación. "De ningún modo esto anulará o disminuirá mi uso del celular", concluyó.

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