Por Julia María Ramírez
Investigadores de los Institutos
Nacionales de Salud de los Estados
Unidos, descubrieron que menos de
una hora de uso de un teléfono celular
puede acelerar la actividad cerebral
en el área más cercana a la antena
del teléfono, lo que plantea nuevas
preguntas acerca de los efectos en
la salud de los bajos niveles de radiación
emitidos por estos dispositivos.
Sin embargo, los científicos, liderados
por la directora del Instituto Nacional
de Abuso de Drogas, Nora Volkow, insta
ron a interpretar éste hallazgo con cautela,
porque no se sabe si los cambios, que fueron
registrados por imágenes cerebrales, tienen
algún tipo de efecto en la salud de las personas.
El estudio fué publicado ayer en el Journal
of the American Medical Association y es uno
de los primeros y más grandes en documentar
que las débiles señales de radiofrecuencia de
los teléfonos celulares pueden alterar la actividad
cerebral.
"Este trabajo es importante porque documenta
que el cerebro humano es sensible a la radiación
electromagnética emitida por los celulares",
según Volkow.
También pone de relieve la importancia de
realizar estudios para averiguar si hay o no
consecuencias de largo plazo por la estimula
ción repetida a lo largo de 10 o 15 años."
A pesar de que son preliminares, los hallazgos
seguramente reiniciarán el debate acerca de
la seguridad de los celulares. Algunos estudios
observacionales han sugerido un vínculo entre
su uso intenso e infrecuentes tumores cerebrales,
pero el grueso de la evidencia científica disponible
no muestra mayores riesgos.
Los principales grupos de investigación clínica han
dicho que los celulares son seguros, pero algunos
médicos importantes, incluyendo al ex director del
Centro de Oncología de la Universidad de Pittsburgh
y prominentes neurocirujanos, han urgido a utilizar
audífonos como precaución.
Volkow dijo que esta última investigación no pretende
responder preguntas acerca del cáncer u otros pro-
blemas de salud, pero plantea otras acerca de
potenciales áreas de investigación para entender
mejor las implicancias para la salud que tiene el
uso de estos teléfonos.
"Desafortunadamente, éste estudio en particular
no muestra si son dañinos o si, incluso, podrían ser
benéficos -dijo-. Sólo nos dice que, incluso, aunque
estas señales son débiles, el cerebro humano es activado
por ellas."
La mayoría de los grupos médicos más importantes,
incluida la Sociedad de Oncología Norteamericana,
el Instituto Nacional del Cáncer, y la Administración
de Alimentos y Medicamentos, han dicho que los datos
existentes sobre los celulares indican que éstos son
seguros; particularmente un gran estudio europeo
que la Organización Mundial de la Salud dio a conocer
el año pasado y que no encontró riesgos aumentados
de extraños tumores cerebrales entre usuarios de
celulares.
"La evidencia científica ha indicado en forma contun-
dente que los dispositivos inalámbricos, dentro de los
límites establecidos, no representan un riesgo para la
salud pública ni causan efectos adversos", dijo John Walls,
vicepresidente de la Comisión Federal de Comunicaciones,
y agregó que todos los sistemas sanitarios "han coincidido
en que no son un riesgo para la salud pública".
Pero la nueva investigación difiere de los grandes estudios
observacionales realizados hasta ahora. En el trabajo de
Volkow, los científicos utilizaron imágenes cerebrales
para medir cómo la radiación electromagnética afecta
la actividad cerebral.
Durante este trabajo, realizado en 2009, se les tomó
a 47 participantes una tomografía por emisión de
positrones (PET), que mide el metabolismo cerebral
de la glucosa, un marcador de actividad cerebral.
Los sujetos utilizaron un celular en cada oreja y pasaron
por dos estudios de 50 minutos.
Durante uno de los estudios, los celulares se apagaron,
pero durante el otro, el de la oreja derecha se activaba
para recibir una llamada de un mensaje grabado,
a pesar de que el sonido se apagaba para evitar la
estimulación auditiva.
El hecho de que el teléfono estuviera prendido
ó apagado, no afectaba el metabolismo general
del cerebro, pero las imágenes mostraban un 7%
de aumento en la región que se encontraba más
próxima a la antena. El hallazgo fue estadística-
mente significativo, dijeron los científicos.
Agregaron que no era probable que la actividad
pudiera asociarse con el calor del teléfono, porque
ocurría cerca de la antena y no donde el teléfono
tocaba la cabeza.
Un nuevo capítulo
En el pasado, las preocupaciones acerca de los
efectos de los teléfonos celulares fueron mayor-
mente descartadas porque se creyó que las ondas
de radiofrecuencia emitidas desde los dispositivos
eran benignas. Los celulares emiten radiación no
ionizante, ondas de energía demasiado débiles
como para romper los lazos químicos o para
desencadenar el daño genético que puede llevar al cáncer.
No hay ningún mecanismo biológico conocido que
explique cómo la radiación no ionizante puede conducir
al cáncer o a otros problemas de salud.
Pero el nuevo trabajo abre toda una nueva área de
investigación. A pesar de que durante el normal
funcionamiento del cerebro se registra un aumento
en el metabolismo de la glucosa, la cuestión es si una
estimulación artificial repetida podría tener efectos
dañinos.
A pesar de que es especulativa, una teoría es que
podría conducir a la creación de moléculas
llamadas radicales libres, que pueden dañar
las células sanas. O podría desencadenar una
reacción inflamatoria, asociada con un número
de problemas de salud, incluido el cáncer.
Entre los investigadores en cáncer y otros
interesados en los efectos que los celulares
podrían tener en la salud, el estudio fue recibido
con entusiasmo por la credibilidad de los científicos
que lo realizaron y los cuidadosos métodos que
utilizaron.
Henry Lai, de la Universidad de Washington,
que desde hace mucho viene manifestando su
preocupación por el uso de celulares, dijo que
esperaba que estos datos ampliaran la investigación
en la relación entre los celulares y la salud.
La doctora Volkow dijo que futuras investigaciones
podrían incluso mostrar que las ondas electromagnéticas
emitidas desde los celulares podrían tener utilidad
para estimular el cerebro en forma terapéutica.
Agregó que la investigación no debería alarmar
porque simplemente utilizando audífonos se podría aliviar cualquier preocupación. "De ningún modo esto anulará o disminuirá mi uso del celular", concluyó.
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