Por SIN:
Jerusalén, Israel- Más de 70,000 personas se manifestaron este sábado en distintas ciudades de la periferia de Israel para pedir “justicia social”, en el cuarto sábado consecutivo de protestas contra la carestía de la vida.
La mayor concentración tuvo lugar en el céntrico Bulevar Ben Gurión de Haifa, la tercera ciudad del país, mientras que en Beer Sheva, en el desierto del Neguev y donde se esperaba la mayor asistencia, hubo unas 12,000, por debajo de los cálculos previos de los organizadores, según los canales 2 y 10 de televisión.
Afula, con 12,500; Netania (7,500), Modiin (3,000), Dimona (2,500), Eilat (2,500), Rosh Pina (1,000) y Rishon Letsión (500) fueron otras de las localidades que se sumaron a las protestas, iniciada hace casi un mes en Tel Aviv por los precios de la vivienda y que ha ido ganando adeptos entre diversos sectores de la población.
La minoría árabe participó por primera vez en la convocatoria, aunque de forma discreta, con manifestaciones en Sajnin, Taibe y Um al-Fahem.
El liderazgo de los indignados de Israel había optado en esta ocasión por no convocar manifestaciones en Tel Aviv ni Jerusalén, y sí en la periferia, para enfatizar el carácter nacional de la protesta, conscientes no obstante de que la cifra de asistentes sería sensiblemente inferior de los 300,000 del sábado pasado.
Las manifestaciones comenzaron a última hora de la tarde del sábado, al concluir el “shabat” con la puesta del sol.
En todas hubo actuaciones musicales y banderas que pedían la liberación del soldado Guilad Shalit, cautivo en Gaza desde 2006.
En Afula, la protesta transcurrió frente a un cártel con el lema “El pueblo ha elegido justicia social”, mientras que en Haifa se coreaba “Haifa vuelve a ser roja”, en alusión a la fama izquierdista de una ciudad judeo-árabe y de carácter obrero.
Beer Sheva contó con una fuerte presencia de estudiantes entre la multitud, de la que sobresalía un cartel en castellano que decía “Latinos del Neguev por la justicia social”.
En el evento, el presidente del sindicato de estudiantes en la Universidad Ben Gurión de la ciudad, Uri Keidar, aseguró que el Gobierno de Benjamín Netanyahu no es “el único responsable de la situación”, pero será el que tenga que “dar soluciones” porque es ahora cuando la gente se ha levantado.
“Amamos este Estado. Somos la sal de la tierra. Todos nos hemos levantado y dicho basta, queremos vivir en nuestro país con dignidad”, sentenció, según la edición digital del diario “Yediot Aharonot”.
La cantante Noa dijo a su llegada a Beer Sheva que le parecía “una gran idea mover el centro a la periferia” y manifestó su esperanza de que continúe este “maravilloso despertar ciudadano”.
“Todo el mundo quiere un equilibrio entre libertad de oportunidades, libertad económica y prosperidad y compromiso mutuo. Esto suele darse bajo condiciones de paz y creo que esta palabra no se está mencionando lo suficiente”, matizó.
La cifra global de participantes quedó tan sólo ligeramente por debajo de los cálculos previos de los manifestantes, aunque lejos de las cifras de los tres sábados anteriores, principalmente por la ausencia de convocatoria en Tel Aviv, donde nació el movimiento de contestación y hay una acampada masiva.
Uno de los colectivos que integra la protesta, el sanitario, ha anunciado una huelga para mañana.
Netanyahu se niega de momento a reunirse con los indignados y ha creado una comisión de ministros, observadores y expertos para negociar con sus representantes.
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